Informe de la Salida al Cerro del Arequita – Minas Depto. De Lavalleja Uruguay
El jueves 30 de Julio nos reunimos con el grupo 3333, asistimos ese día, Darío, Hugo, Cristina, Guillermo, Marcelo, Rodrigo, Claudio, Cristina y yo, después de meditar y cada uno comentar lo que visualizó, acordamos realizar una salida al Cerro Arequita el sábado 1 de agosto, con gran alegría y compromiso estuvimos todos de acuerdo, confirmando así el sentir de algunos hermanos así como la comunicación recibida por Cristina Testa, dónde los guías nos decían que debíamos realizar una salida a finales de julio y principio de agosto.
Debemos recordar la importancia del día, Sábado 1° de Agosto es el día de la Pachamama en la cultura andina y ese mismo día se cumplían 11 años de que se realizará el Encuentro Mundial en Punta Negra – Maldonado, Uruguay.
Clave 11: es el valor la persuasión y la fuerza. Este número nos recuerda que debemos procurar la unidad en el Uno, en Dios en cada uno. Esta clave indica que se deben enfrentar las pruebas con valor, porque no estamos solos y el universo conspira para ayudarnos.
Mientras íbamos en el camino, se nos reiteraba la clave 144 (los autoconvocados) en la mátricula de los auto, llegamos al Cerro Arequita aproximadamente a las 13 horas, descendimos en la portera y nos quedamos a esperar a otros hermanos que estaban llegando en otro vehículo, así realizábamos el ascenso todos juntos. El día estaba muy soleado, hermoso con una temperatura ideal, no habitual para esta época del año, lo que hizo que hubiera muchas personas en el sitio. Al llegar sentí tomar 2 fotos al cerro a las 13,08 horas, dónde visualmente no se veía nada solo el hermoso cerro y el cielo celeste, pero al otro día confirmo la presencia de un objeto.
Al llegar los demás hermanos nos dispusimos a tomarnos unas fotos todos juntos y luego emprendimos el ascenso rumbo al monte de los ombúes, debido al calor nos sentamos para sintonizarnos con el lugar, mientras Darío y Hugo nos empiezan a compartir sus experiencias de viajes al Paititi y nos recuerdan la importancia y el compromiso que tenemos los Rahma, de trasmitir el mensaje que hace 46 años los hermanos mayores nos vienen compartiendo, de dar ánimo y aliento y ser ejemplo en nuestro accionar para nuestras familias, amigos y conocidos en estos tiempos de tanta incertidumbre en la humanidad. Después de 30 minutos, nos dispusimos a ir hacia el lugar dónde está el símbolo del disco solar.
Al comenzamos a caminar, sentía que se me aceleraba el corazón, pero era producto de la emoción, me siento feliz estar en ese monte de ombúes, íbamos todos en fila descendiendo, entre piedras y caminos, prestando atención por las ramas que muchas llegan hasta el piso, en algunos momentos tenemos que traspasar agachados, como si estuviéramos haciendo reverencia al lugar, dado que para ingresar hasta ese sitio, debemos tener humildad espiritual.
Llegamos al lugar para ir conectándonos con ese sitio, disfrutando la madre naturaleza y dialogando la misión, de pronto siento la necesidad de ir hasta el lugar dónde está la piedra con el símbolo, se percibía una energía muy especial y me tomé una foto, luego fuimos uno a uno tomándonos fotos en ese lugar, acto seguido nos dispusimos a meditar.
Darío comienza realizando la apertura con las cúpulas de protección, pidiendo permiso a los elementales del lugar y solicitando la asistencia de nuestros hermanos mayores así como de la hermandad blanca y la Dama de Luz y el Maestro Jesús, de pronto me mira y siento en mi mente continúa con los mantras.
Comienzo a pedirles a todos que mantralicemos por 14 veces la palabra rama, que significa sol en la tierra y que al mantralizar la sílaba ra (visualicen la energía de color dorado, que desciende) y al mantralizar la sílaba ma (visualicen la energía de color verde brillante, que asciende) y que ambas energías se unan en el centro de la reunión formando así la estrella de seis puntas.
Luego mantralizamos la palabra amar por 14 veces, visualizando como se va formando un gran corazón de color rosado brillante, por encima de la estrella que entre todos fuimos activando en el lugar.
Luego mantralizamos la palabra Adonaí, sintiendo como la energía va estimulando y aperturando nuestra glándula pineal, a través de nuestro chacra frontal.
Luego los invito a cada uno a mantralizar su clave cósmica, ya sintiendo la presencia de la Dama de Luz que nos estaba dando la bienvenida para ingresar a través del símbolo y me trasmite:
Ven hija - no la visualizaba solo sentía su gran amor, comenzamos a descender por túneles y galerías muy iluminados llenos de cristales en las paredes, pero a su vez en corrían vertientes de agua cristalina (suelo), hasta que siento que estamos en el corazón de la madre tierra, ingresamos a un lugar abovedado dónde sobre un pedestal visualizo un gran libro de planchas doradas, iluminado por un gran foco de luz.
Con su amor de madre, me trasmite que para acceder al libro, debemos abrir nuestro corazón para activar nuestro recuerdo y misión.
De pronto visualizo que somos muchos los hermanos que estamos en ese sitio sagrado, todos vestidos de túnicas blancas, llevando en nuestro pecho la estrella rama bordada en color dorado, realizando la labor que se nos encomienda de perdón, de humildad, con profundo respeto, sintiéndonos uno con el todo.
Acto seguido, me dice que regrese y que trasmita esta labor y que la hermana Cristina realice un trabajo de conexión con la madre Tierra.
Luego recibo este pequeño mensaje.
Sean bienvenidos hijos de la luz, estamos viendo vuestra apertura de corazón estando unidos. Estamos muy felices de que estén acá en este sagrado lugar, trabajen con el am-on, han realizado una gran conexión interior.
Terminada la meditación, cada hermano comparte lo que vivió, yo estaba muy emocionada por lo vivenciado.
Luego Hugo Píriz nos invita a mantralizar el om de los siete tonos, lo cual nos ayudó a elevar más las vibraciones del grupo, Cristina dirigió una hermosa labor de conexión y agradecimiendo a la madre tierra.
Luego Darío, realizó un trabajo muy sentido de activación de los discos solares en conexión con el gran disco del Paititi. Fue maravillosa la energía que se plasmó en el lugar, sentimos dar por finalizado los trabajos, y nos retiramos en silencio dejando la vibración generada intacta en el lugar.
Gracias a todos.
Patricia Portela - Lupiac
El jueves 30 de Julio nos reunimos con el grupo 3333, asistimos ese día, Darío, Hugo, Cristina, Guillermo, Marcelo, Rodrigo, Claudio, Cristina y yo, después de meditar y cada uno comentar lo que visualizó, acordamos realizar una salida al Cerro Arequita el sábado 1 de agosto, con gran alegría y compromiso estuvimos todos de acuerdo, confirmando así el sentir de algunos hermanos así como la comunicación recibida por Cristina Testa, dónde los guías nos decían que debíamos realizar una salida a finales de julio y principio de agosto.
Debemos recordar la importancia del día, Sábado 1° de Agosto es el día de la Pachamama en la cultura andina y ese mismo día se cumplían 11 años de que se realizará el Encuentro Mundial en Punta Negra – Maldonado, Uruguay.
Clave 11: es el valor la persuasión y la fuerza. Este número nos recuerda que debemos procurar la unidad en el Uno, en Dios en cada uno. Esta clave indica que se deben enfrentar las pruebas con valor, porque no estamos solos y el universo conspira para ayudarnos.
Mientras íbamos en el camino, se nos reiteraba la clave 144 (los autoconvocados) en la mátricula de los auto, llegamos al Cerro Arequita aproximadamente a las 13 horas, descendimos en la portera y nos quedamos a esperar a otros hermanos que estaban llegando en otro vehículo, así realizábamos el ascenso todos juntos. El día estaba muy soleado, hermoso con una temperatura ideal, no habitual para esta época del año, lo que hizo que hubiera muchas personas en el sitio. Al llegar sentí tomar 2 fotos al cerro a las 13,08 horas, dónde visualmente no se veía nada solo el hermoso cerro y el cielo celeste, pero al otro día confirmo la presencia de un objeto.
Al llegar los demás hermanos nos dispusimos a tomarnos unas fotos todos juntos y luego emprendimos el ascenso rumbo al monte de los ombúes, debido al calor nos sentamos para sintonizarnos con el lugar, mientras Darío y Hugo nos empiezan a compartir sus experiencias de viajes al Paititi y nos recuerdan la importancia y el compromiso que tenemos los Rahma, de trasmitir el mensaje que hace 46 años los hermanos mayores nos vienen compartiendo, de dar ánimo y aliento y ser ejemplo en nuestro accionar para nuestras familias, amigos y conocidos en estos tiempos de tanta incertidumbre en la humanidad. Después de 30 minutos, nos dispusimos a ir hacia el lugar dónde está el símbolo del disco solar.
Al comenzamos a caminar, sentía que se me aceleraba el corazón, pero era producto de la emoción, me siento feliz estar en ese monte de ombúes, íbamos todos en fila descendiendo, entre piedras y caminos, prestando atención por las ramas que muchas llegan hasta el piso, en algunos momentos tenemos que traspasar agachados, como si estuviéramos haciendo reverencia al lugar, dado que para ingresar hasta ese sitio, debemos tener humildad espiritual.
Llegamos al lugar para ir conectándonos con ese sitio, disfrutando la madre naturaleza y dialogando la misión, de pronto siento la necesidad de ir hasta el lugar dónde está la piedra con el símbolo, se percibía una energía muy especial y me tomé una foto, luego fuimos uno a uno tomándonos fotos en ese lugar, acto seguido nos dispusimos a meditar.
Darío comienza realizando la apertura con las cúpulas de protección, pidiendo permiso a los elementales del lugar y solicitando la asistencia de nuestros hermanos mayores así como de la hermandad blanca y la Dama de Luz y el Maestro Jesús, de pronto me mira y siento en mi mente continúa con los mantras.
Comienzo a pedirles a todos que mantralicemos por 14 veces la palabra rama, que significa sol en la tierra y que al mantralizar la sílaba ra (visualicen la energía de color dorado, que desciende) y al mantralizar la sílaba ma (visualicen la energía de color verde brillante, que asciende) y que ambas energías se unan en el centro de la reunión formando así la estrella de seis puntas.
Luego mantralizamos la palabra amar por 14 veces, visualizando como se va formando un gran corazón de color rosado brillante, por encima de la estrella que entre todos fuimos activando en el lugar.
Luego mantralizamos la palabra Adonaí, sintiendo como la energía va estimulando y aperturando nuestra glándula pineal, a través de nuestro chacra frontal.
Luego los invito a cada uno a mantralizar su clave cósmica, ya sintiendo la presencia de la Dama de Luz que nos estaba dando la bienvenida para ingresar a través del símbolo y me trasmite:
Ven hija - no la visualizaba solo sentía su gran amor, comenzamos a descender por túneles y galerías muy iluminados llenos de cristales en las paredes, pero a su vez en corrían vertientes de agua cristalina (suelo), hasta que siento que estamos en el corazón de la madre tierra, ingresamos a un lugar abovedado dónde sobre un pedestal visualizo un gran libro de planchas doradas, iluminado por un gran foco de luz.
Con su amor de madre, me trasmite que para acceder al libro, debemos abrir nuestro corazón para activar nuestro recuerdo y misión.
De pronto visualizo que somos muchos los hermanos que estamos en ese sitio sagrado, todos vestidos de túnicas blancas, llevando en nuestro pecho la estrella rama bordada en color dorado, realizando la labor que se nos encomienda de perdón, de humildad, con profundo respeto, sintiéndonos uno con el todo.
Acto seguido, me dice que regrese y que trasmita esta labor y que la hermana Cristina realice un trabajo de conexión con la madre Tierra.
Luego recibo este pequeño mensaje.
Sean bienvenidos hijos de la luz, estamos viendo vuestra apertura de corazón estando unidos. Estamos muy felices de que estén acá en este sagrado lugar, trabajen con el am-on, han realizado una gran conexión interior.
Terminada la meditación, cada hermano comparte lo que vivió, yo estaba muy emocionada por lo vivenciado.
Luego Hugo Píriz nos invita a mantralizar el om de los siete tonos, lo cual nos ayudó a elevar más las vibraciones del grupo, Cristina dirigió una hermosa labor de conexión y agradecimiendo a la madre tierra.
Luego Darío, realizó un trabajo muy sentido de activación de los discos solares en conexión con el gran disco del Paititi. Fue maravillosa la energía que se plasmó en el lugar, sentimos dar por finalizado los trabajos, y nos retiramos en silencio dejando la vibración generada intacta en el lugar.
Gracias a todos.
Patricia Portela - Lupiac
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